Monday, November 2, 2009

El adiós

No sabes cuanto quisiera
en este preciso instante
amarrarte en un abrazo
y suplicarte con lagrimas
que no te vayas,
y si aún asi no te conmueves,
abrazarte más fuerte y decirte que no,
que no te dejare ir,
pero el orgullo de mi parte
y la frialdad tuya,
para bien o para mal
me detienen.

Y no puedo más que decirte adiós,
fingir una sonrisa entre lágrimas,
agradecerte con prematura nostalgia los recuerdos
que a partir de hoy seran mi tormento,
decirte entre murmullos hipocritas
que te vaya bien y que seas felíz.

Dejar que mi esperanza desesperada y ya casi muerta
te diga entre miradas q vuelvas cuando quieras.

Mirarte en detalle,
repasar cada gesto tuyo por última vez
y retenerlo en mi memoria para siempre.

Detener el reloj por un segundo
y pensar que es un mal sueño.

Darte un abrazo de resignacion
y escuchar tus palabras protocolares
de aliento y despedida.

Verte marchar sin mirar atrás
como quien no se arrepiente,
como quien se siente aliviado de haber actuado bien,
como quien no le pesa nada,
como quien suelta sus cadenas
y esta listo para volar,
como quien se ve feliz...

Y así verte partir quien sabe a donde,
si tal vez a otros brazos
o quizas algun destino mejor que este.

No me quiero mover,
porque sé que en el momento en que lo haga
me voy a quebrar,
como una vasija que ha sido remendada tantas veces
que de caerse otra vez seria irreparable.

Así que me quedo aquí sentada, quieta, petrificada,
con mis lágrimas secas, mirando las palomas
o lo que sea que pase frente a mi mirada fija y perdida,
y no pienso en nada.
Realmente no pienso en nada que no seas tu.

Quiero quedarme aquí,
en el último lugar donde estuvimos juntos,
el último lugar que guarda nuestro último encuentro.

Siento mi pecho apretado
y sé que va a estallar
y trato con todas mis fuerzas
de mantener el decoro.

Es casi en vano este intento
mis ojos ya tiemblan,
me voy caminando de prisa como quien huye
o como quien busca una salida.

Y de repente,
me derrumbo, 
caigo al suelo,
como quien aterriza de emergencia
y estallo en llanto.
Mis lagrimas mojan los adoquines
de estas calles que fueron testigo de tantos besos,
tantas risas, tanto romance,
tanta historia, tanto adiós.
..