Tu y yo tenemos un acuerdo
implícito en la mirada,
de no decirnos nada
aunque se nos desborde el alma.
Tu y yo hace algun tiempo
en silencio hicimos un pacto
de respirar hondo
y aguantar las ganas.
De dejar pasar momentos,
de no hablar palabras
cargadas de sentimiento,
de evadir miradas furtivas
y de cerrarle la ventana a la esperanza.
De no mirar la luna llena,
de evitar recuerdos en llamas,
de dejar pasar el deseo,
el cariño, la pasión y las ganas.
Que tontos somos
por dejar pasar la llamarada
sin calentar un poquito el corazón
y sumergirnos mas profundo
y sumergirnos mas profundo
en nuestras almas.
El tiempo no se detiene
ante una oportunidad desaprovechada;
no dejemos pasar la primavera
que la vida no perdona nada.