Friday, June 25, 2010

Karma

Tengo unas ganas tan inmensas de saltar y abrazarte, besarte,
decirte cuanto te he extrañado,
que una semana sin verte fue una eternidad.

Perderme en tu mirada y a través de mis ojos
regalarte toda mi ternura,
la que creías escondida.

Decirte que me gustas, que me encantas,
que me haces falta,
que pienso en ti todos los días y todas las noches,
especialmente aquellas lluviosas y frías.

Y estoy aquí frente a ti
abriendo mi corazón, confesándote lo que siento,
arriesgando mi orgullo, mi armadura,
mi corazon...

Mas tu te quedas así, como si nada,
quieto, serio,
como tratando de ignorar esta ráfaga de emociones q me inunda…

Y así, como si nada, te vas hoy
despreciando lo que sin medidas ofrecí,
pero me queda la certeza que a algún hombre,
algún día lo haré felíz.

Y como la vida da vueltas,
un día gris caminando triste y fracasado
verás con envidia
pasar a ese hombre sonriente
sin entender, tal vez, porque sonríe...

Aveces duele...


 
Gracias por poquito a poco convercerme
de que no eres tu lo que soñé,
lo que quería, lo que creía.
Por matar pasito a paso mi esperanza, la ilusión.
Por despertarme a la realidad de una sacudida,
por enfríar mi ternura con tu indiferencia,
tal vez mejor temprano q nunca...

A veces duele. No todo el tiempo,
pero hay momentos en que duele, y como duele...
el no tener quien me abrace, quien me bese,
quien me diga q soy bella,
aun cuando no lo soy,
quien se acurruque a mi lado...
duele tanto... tanto duele.

Sentada en la estación del tren

Bebiendo agua de mar,
Acumulando minutos por eso de reciclar,
Soñando la realidad
Realmente soñando
Comiendome las ansias
Vaciando el corazon en un papel
Esperando en la serenidad de mi prisa
Que pase algun tren
Por eso de romper la rutina
Y de paso ver si te trae por aquí
Si un sorpresivo golpe de suerte
Te trae por estos lares
Por eso de saber como te va
Y despedirte luego en la estacion
Por eso de beberme un par de lagrimas más.

Sunday, June 20, 2010

Lo que no quiero escuchar

Quizas por tu edad o mi impetuosidad,
mi control o tu libertad,
tal vez por el miedo que no discrimina entre tu y yo.

No me digas que eres solo otro más de mis tantos intentos.
Que me equivoqué otra vez, que la intuición me falló,
que no soy buena apostando
y que la suerte otra vez me burló.

Que me arrastró la corriente mientras dormía
y que llegué a tu costa solo por error,
que no eres las Indias, ni molinos,
ni quien mato el dragón.

No quiero escuchar que no soy especial,
que soy una duda nada más,
que soy un cometa que cuando se acabe el hilo
lo soltaras dejandolo marchar.

Que mi cariño te da igual,
que no te hierve la sangre si me ves otros labios besar.
Que no soy tuya ni tu mío, sino de una forma ocasional;
que tu boca no es mi fuente ni la mia tu vino
y que en otras bocas tu sed se sacia igual.

No me digas amiga, no me hieras sin piedad;
siento que el final se acerca
no se si por tu edad o mi impetuosidad.